Rutas Asesinas (1 de 2)*

1.- Indignación ante la ruta.

Esta es la gloria de la historia, fumarse un faso casanova y hasta nunca más, como siempre dicen. Ser una estrella distante en el museo de los gordos asaltantes. No robes vino de estas venas porque vas a vomitar mas ganas de andar en bicicleta, puedo apuntarte sin un arma y dispararte sin control, me sobran balas para derribar el mar. Me sobra aire para asesinar un cometa. Me sobra rabia para hundir un barco que nunca zarpó. Un sombrero de miedo feliz en la cima de la tumba me dice: sácame de aquí, yo no estoy mas muerto que tu. Solo soy cobarde. No mato por amor a una mujer, prefiero el suicidio de pensar. Desaparezco de mi vista, como y callo, ya voy. llegada de nunca, volverás por ningún lado. Rimbaud vuelve a casa, maldito poeta. Campesina con trenzas, come lento esta polenta, rehúsa el uslero, tus manos son de fuego, caliéntame este pan, estomacal acoso sexual, gritale a la nueva democracia, compañero Abimael ya te vamos a sacar, cuanta desgracia, Samael se comió el cielo y ahora es cielo a la mitad, enfrentándose al atardecer y al amanecer, cuando la noche da el último sablazo se levantan las faldas, se destapan el sexo y las botellas, se excitan las bestias, se adormecen las horas, y este mal inmoral de escuela salesiana le canta a la luna y la engulle hasta atorarse y vomitar las mil vanguardias degolladas en la guerra fría. No voy en tren, menos en avión, necesito alguien que no tenga corazón. Falso y caliente, no tengo llaves de tu habitación, como araña de ventanales.

Espíritus adolescentes, ya sea en Montparnasse o en Corrientes, ya suben y bajan, golpean, golpean, golpean.

2.- respuesta del imbécil honesto

Mi guitarra nunca llora, jamás ríe, siempre está dormida. He heredado de la razón mi irracionalidad, de la lógica mi caos, del análisis mi propia síntesis, de la enfermedad mi cura, de la paz la guerra, del sol las tinieblas, de una mujer el vicio, de la música mi silencio. Escucho sin queja y con atención el bramido de mi fantasía negra y sin embargo salgo intacto de sus saetas de efusión anestésica. Una señora de pechos alucinantes me revuelve la sangre como las brujas que detonan mi cabeza o las monjas que me provocan la falda. He tirado de tantas cuerdas y nada he incendiado, sólo arrojé alguna flor en algunas sarcófagos donde se tumban locos que en cualquier momento se recuperan. Vi tus ojos, los de tu padre, los de tu hermana y los de tus muertos, y me dieron por terminado, cuando apenas salía del útero. Me saqué la lengua para que hablen por mí, pero el cerebro me lo quieren afanar los del gobierno. Di mil vueltas que parecían una y una vuelta como si fueran miles. Cuando no encontré nada, lo tuve todo, ahora con algo, me vuelvo alienado. Sólo me dieron un ala así que la vendí a la mafia. ¿y si todo esto fue escrito al vesre? !erdam atup Escribo porque si y porque no, pero lo sé. Tengo 23 dientes en la boca, 4 en el pulmón, 2 en el cerebro y uno en tu cuello. Lágrimas de semen y llantos orgásmicos. Conozco poco y quisiera no conocer nada. Quisiera volver a ser virgen para desvirgarme sempiternamente. No comparto mi trabajo, me importa mientras no te importe, extraña, conocida, amor mío. Tengo una fiebre de tres dias y un insomnio de 40 grados. No soy el novio, nunca lo fui, nunca lo seré. Me olvidé al fin. Entra, no te conozco, escúpeme en la lengua y te daré leche en la garganta hasta que me des sangre en la verga y te de sangre en la lengua hasta que me des leche de tus manantiales lavosos y se vuelva pan en mi esófago. Y tu cuerpo sea pan en mi boca y alcohol en mi estómago, y por los ojos de mi piel verás tu esqueleto y de alguna manera saldrás.

*(Publicado por Heráclito de Éfeso, el Oscuro, en el libro Principio y muerte del tiempo y el fuego, Buenos Aires, noviembre del 2013)